Ya empiezan a haber caballos


Hace unos dias, mi hermano Fernando escribió una bella carta en la que citaba a un poeta argentino poco conocido por el gran público, Francisco Madariaga. Esta pequeña referencia sumada a la muerte de Mario Benedetti, me trajo al recuerdo la obra genial de Madariaga y mi relación con la poesía en general .
La poesía está hoy tan subestimada que practicamente nadie, salvo los mismos poetas, la consume. Esa especie en extinción, esos hombres y mujeres que entregan la vida a cómo decir las cosas, debe pasarla bastante mal en términos económicos. ¿Cómo puede sobrevivir un poeta? ¿Es posible vivir de la poesía? Virgilio, el más grande, fue contratado por Augusto para que escribiera un poema épico sobre los orígenes del pueblo romano y esto dio a luz tal vez la más grandiosa obra poética de la humanidad, La Eneida. Hoy el panorama es diferente y esos poetas borronean cuartillas que no tendrán demasiados lectores, que no serán valoradas y que, en el mejor de los casos, muchas veces terminarán entremezcladas en los acordes de algún músico que lleve esas letras a lectores insospechados.
Mi relación con la poesía es de amor, pero un amor contradictorio, un amor como el que uno tiene con una mujer a la que jamás podrá entender, a la que intenta abandonar y siempre vuelve. Como el pasado, que no se va, ni te deja.
Así, en mi adolescencia llegué, de manera tangencial, a la poesía de Francisco Madariaga.
Madariaga es uno de los grandes poetas argentinos. Nacido en Corrientes, fue uno de los valuartes del Grupo Pellegrini, la primera y mas importante vanguardia surrealista de toda América Latina. Su obra se tradujo a muchos idiomas, vivió en Corrientes hasta los 15 años y después en Buenos Aires, yendo y viniendo, como muchos poetas, por el mundo, regresando siempre a lo imposible de nombrar sin recurrir a la poesía, y que tiene que ver con la infancia.
El inconsciente tiene caminos asaz misteriosos y ahí estaban, guardados, recuerdos mansos: los poemas de Francisco Madariaga, de los que conozco bien solamente dos de ellos.
Coco Madariaga murió el 24 de septiembre del 2000.
Este es, para mi, uno de sus mejores poemas:

Viaje estival con Lucio

-Aquí ya empiezan a haber caballos-
... me decía.
Y el viento del nordeste comenzaba a ser verde
... entre los colores del agua de la infancia.
Estábamos ya muy lejos de los bronces, los
... mármoles y los floreros pintados "al gusto de
... la familia" en los cementerios municipales.
Todo aquello quedaba atrás, y el sueño del viejo
... tren casi fluvial nos envolvía.
Mi pequeño hijo de siete años y yo teníamos en
... las manos las ramas de las estrellas y
... el resplandor lentísimo de los ríos rosados,
... donde sangraba el sol de los caballos, las
... vaquerías y las antiguas guerras.
Era el primer viaje solos en el tren marrón que
... no quiere morir.

De País Garza Real,
Editorial Argonauta, 1997


En la foto, Francisco Madariaga con Oscar Portela, otro gran poeta correntino.

Mejor Blog sobre la vida y obra de Francisco Madariaga:
http://www.franciscomadariaga.blogspot.com/

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