Las fuentes de la guerra

La primera parte de este artículo fue publicada en el número anterior de la revista El Nuevo Libre (este lo será en el próximo) y entre la escritura y la publicación sucedieron algunos eventos trascendentes en el interminable conflicto Árabe-Israelí.

Principalmente, ante la presión internacional, Israel se retiró del sur del Libano decretándose una tregua por ahora prolongada entre el Hezbolah y las tropas israelíes. Hezbolah festejó como una victoria este retiro e Israel se retuerce de indignación ante el descrédito adquirido frente a la opinión pública internacional, condimentado con escándalos políticos varios, revelaciones y hasta acusaciones de abuso sexual.

Pero más allá de esta contingencia, la guerra continúa. Israel retomó la ofensiva en la franja de Gaza y nuevos frentes de conflicto se abren día a día. Irán, Siria y hasta Argentina con su inefable triple frontera, pasan a formar parte de esta conflagración que ya empieza a configurar el temido patronímico de Tercera Guerra Mundial.

Mientras tanto sigo preguntándome por las fuentes de esta guerra, los fundamentos esgrimidos por las partes en conflicto. Sabido es que existen fuerzas que basan su poder en el control de ambas partes en un litigio y este podría ser el caso, pero no obstante hay siempre un terreno de argumentaciones, historia, idas y venidas, que conviene conocer antes de emitir opiniones sobre una guerra complicada, retorcida y sin solución aparente.

En la primera parte hicimos un recorrido histórico geográfico por la zona ubicada en la costa oriental del Mar Mediterraneo y que tradicionalmente fue nombrada de diferentes maneras pero que llamaremos Palestina en respeto a la denominación que con más frecuencia tuvo.

En el artículo anterior habíamos llegado hasta la Declaración de Balfour en la que Inglaterra, durante la primera Guerra Mundial, se declara a favor de la creación de un estado israelí en la región. Terminada la Gran Guerra, en 1918, y derrotado el Imperio Otomano por las fuerzas inglesas, las flamante Sociedad de las Naciones, que años después se convertiría en las Naciones Unidas, decide entregar la zona de Palestina al Reino Unido de Gran Bretaña como protectorado.

Inmigración y enfrentamientos

La primera ola inmigratoria de los judíos en la diáspora hacia Palestina se había dado en 1881, la segunda en 1904 y la tercera y más importante se produjo inmediatamente después de la primera guerra mundial entre 1918 y 1929, época en la que se produjeron los más importantes asentamientos judíos en la zona y en que comenzaron los enfrentamientos más graves con los árabes. Hay que recordar también que en 1920, se había fundado en Palestina una organización paramilitar judía de defensa llamada Haganá que operó desde 1920 hasta 1948, época en que se sucedieron muchos hechos de violencia, uno tras otro.

La Matanza de Hebrón

Uno de estos enfrentamientos, el primero y más grave en importancia, fue la llamada Matanza de Hebrón que comenzó el 23 de agosto de 1929 en esa ciudad a 30 km al sur de Jerusalén. La ciudad contaba con un asentamiento judío de 800 personas que convivían con miles de árabes hasta entonces en forma pacífica en una región considerada sagrada por los judíos, ya que ahí se presume está la tumba de Abraham, Sara e Isaac. El día anterior a la matanza, el líder palestino y Gran Muftí de Jerusalén Amin Al-Husayni arengó a la multitud a salir a matar judíos, lo que se efectivizó en una brutal masacre en la que 67 judíos , hombres, mujeres y niños, fueron muertos a sablazos, con distintos tipo de vejaciones. Las consecuencias inmediatas fueron 135 judíos asesinados y 116 árabes muertos por la represión posterior que desataron los británicos. Este hecho significó un punto de inflexión en las relaciones entre árabes y judíos, terminó con la presencia judía en Hebrón y dio paso a una actitud vacilante de Gran Bretaña en relación a la posibilidad del establecimiento de un estado judío en la región.

El avance nazi en Europa dio lugar en 1933 a una nueva aliyá, como se llamaron a las olas inmigratorias de judíos hacia Palestina, por lo que la población de judíos paso de ser un 10 % del total en 1920, a un 30% del total en 1940.

Inglaterra se da vuelta

Una circunstancia política poco conocida es la actitud que tomó Inglaterra en 1939, antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Hacía tiempo que habían abandonado los postulados de la declaración de Balfour, considerando totalmente inviable la creación de un Estado Judío en Palestina y ahora se manifestaban por la creación de un estado de soberanía compartida entre árabes y judíos. También se opusieron a las propuestas de dividir el territorio en dos estados, uno palestino y otro judío. Además tomaron medidas drásticas para limitar la inmigración judía a la región y suspendieron las ventas de tierra a compradores judíos. Pese a esto y en forma aparentemente inexplicable, la comunidad sionista europea dio su apoyo a Gran Bretaña en el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Estas decisiones políticas inglesas fueron publicadas en su momento en el llamado Libro Blanco que postulaba la independencia de un estado palestino en el plazo de 10 años, la limitación a la inmigración de modo que la población judía nunca supere un tercio del total y la prohibición de compras judías de tierra palestina. De hecho los británicos prohibieron la inmigración de judíos a Palestina durante toda la Segunda Guerra Mundial y muchos judíos que pretendían entrar en forma clandestina desde la Europa ocupada por la Alemania Nazi, eran devueltos por los ingleses.
Creación del Estado de Israel

En 1947, ante el creciente enfrentamiento entre árabes y judíos en Palestina que sobrevino al fin de la Segunda Guerra Mundial, Inglaterra decide poner fin a su protectorado y pone en manos de las Naciones Unidas la resolución del destino de la región. La Asamblea General de las Naciones Unidas propuso el 29 de noviembre de 1947 la división de Palestina en dos estados, uno árabe y el otro judío, quedando Jerusalén bajo la administración de las Naciones Unidas.

La propuesta de las Naciones Unidas, adujeron los árabes, era contradictoria con los principios postulados por la misma Carta de las Naciones Unidas, la Constitución o Ley Suprema del organismo que proclama la autodeterminación de los pueblos.

Los árabes, a través de un comunicado de la Liga Árabe, rechazaron esta propuesta de la Asamblea General que no estaban obligados a cumplir, en tanto las decisiones de la Asamblea no tienen caracter obligatorio, y advirtieron que estaban dispuestos a utilizar la fuerza.

Todo presagiaba la violencia. Los judíos planearon declarar un estado independiente en ese momento y los árabes estaban decididos a impedirlo.

El 14 de mayo de 1948 los británicos abandonaron definitivamente Palestina e inmediatamente los judíos comandados por David Ben-Gurión declararon en Tel Aviv la creación del Estado de Israel de acuerdo al plan ideado por las Naciones Unidas.

La primera medida fue suspender la ley británica que prohibía el ingreso de nuevos judíos a Palestina. El territorio del estado coincidía con el otorgado por las Naciones Unidas en la Asamblea General.

Al día siguiente los 5 países vecinos, declararon la guerra al nuevo estado.

La guerra de 1948

Esto dio inicio a la llamada Guerra de la Independencia. Egipto, Siria, Irak, Jordania y El Líbano invadieron el territorio israelí y comenzó una cruenta guerra que duró 15 meses en la que Israel pudo repeler la invasión e incluso avanzar sobre territorio enemigo conquistando un 50 % más del trazado original, ocupando tierras que según el proyecto de las Naciones Unidas corresponderían a los árabes. El resultado fue la ocupación de Cisjordania y Gaza, además del sector occidental de Jerusalén. En el alto el fuego y en los acuerdos posteriores firmados entre los 5 países de la Liga Árabe e Israel quedó establecido que Israel conservaría los territorios ocupados, pero esto en la práctica nunca fue aceptado por el bando árabe y la violencia continuó.

La guerra tuvo como consecuencia el desplazamiento de miles de personas. Los árabes de la zona israelí fueron obligados a desplazarse a otros países árabes, dando origen al problema de los refugiados palestinos, que todavía hoy continua. Aproximadamente 100.000 árabes permanecieron en la zona israelí y adoptaron la nacionalidad israelí y gozaron, en general, de los derechos plenos de ciudadanía a partir de 1950, algunos incluso, los drusos, fueron aceptados en el ejército de Israel. La población judía que habitaba en países árabes se vio también obligada a emigrar en los años siguientes y casi un millón de judíos se instalaron en Israel. El resultado fue la liquidación casi total de las comunidades hebreas en países árabes.

Terrorismo

Cuando el general Nasser llegó al poder en Egipto, en 1952, a través de un golpe de estado que derrocaría al rey egipcio Faruq, fue visto por Israel como una amenaza, porque las relaciones entre Egipto y Estados Unidos mejorarían. Por consiguiente los dirigentes de Israel junto con el Mossad idearon un plan para dañar las relaciones entre Egipto y Estados Unidos. Los agentes del Mossad pusieron bombas en instalaciones civiles norteamericanas en Egipto, incluyendo la Biblioteca Americana de Alejandría, cines, sedes de empresas americanas, etc, para incriminar a los árabes. Esta campaña terrorista fue frenada cuando en Egipto fueron arrestados dos agentes del Mossad en 1954, se desmembró la célula terrorista y fueron ejecutados sus miembros por parte de las autoridades egipcias. Algunos opinan que Israel debió haber defendido a sus agentes ya que estos habrían confesado luego de haber sido sometidos a tortura. Sin embargo se llevó a cabo una investigación oficial en Israel en la que fue acusado el ministro de defensa de Israel, Pinhas Lavon, de dirigir la campaña terrorista y, con el apoyo del Jefe del Estado Mayor Conjunto, Mosshe Dayan, quien estuvo de acuerdo con la acusación, Lavon fue obligado a renunciar a su cargo en el gobierno de Ben Gurion. En 1960 surgieron nuevas evidencias sobre los detalles del plan con lo que Lavon quedaba más comprometido aún. Finalmente todo se complica al aparecer evidencias que implicaban a Dayan y a Shimon Peres en la conspiración para implicar a Lavon lo que derivó en la renuncia de Ben Gurion y un gran escándalo público.

La Guerra del Canal de Suez

En 1956 las escaramuzas entre Egipto e Israel continuaban. Finalmente Egipto cierra el Canal de Suez a los barcos que llevaban mercadería hacia Israel y decide nacionalizar el canal, que hasta entonces estaba en poder de Francia e Inglaterra. Esto desató un conflicto que fue resuelto por un acuerdo secreto entre Francia, Inglaterra e Israel para recuperar el canal mediante una acción militar. En consecuencia Israel invade la península del Sinaí en octubre de 1956 y los ingleses y británicos llegan inmediatamente con la excusa de imponer el orden, proteger el canal y evitar un conflicto mayor. Pero al año siguiente por presiones de Estados Unidos, Francia e Inglaterra debieron abandonar el canal y la Naciones Unidas enviaron una fuerza de paz.

La Guerra de los Seis Días

Años después, en 1967, el general Nasser, todavía en el poder en Egipto, pide el retiro de las fuerzas de las Naciones Unidas del Canal de Suez mientras acumulaba tropas en la frontera con Israel. El 5 de junio de 1967 Israel lanza un ataque aereo mortífero que destruyó completamente la capacidad operativa de la aviación ergipcia y en ese mismo día inutilizo totalmente la aviación de Siria y Jordania. Comandados por el Ministro de Defensa israelí Moshé Dayan y el jefe del Estado mayor Isaac Rabin esta guerra tuvo grandes batallas como por ejemplo un terrible enfrentamiento de tanques con más de 500 muertos árabes.
Con ataques intrépidos Israel derrotó a Siria, Jordania y Egipto en sólo seis días, y el 11 de junio se acordó el cese del fuego con el aval de las Naciones Unidas. Esta guerra significó una gran popularidad para Dayan, Rabin y un general de 40 años, audaz e implacable, Ariel Árik Sharon.
Luego de esta corta pero fulminante guerra, Israel quedó con el control de la península del Sinaí, los Altos del Golán, todo el margen occidental del Río Jordán y toda la ciudad de Jerusalén. Pero por sobre todas las cosas esta guerra marcó la declinación del nasserismo y del nacionalismo árabe ante la abrumadora supremaciá de las fuerzas armadas israelíes.

La guerra finalizó con 21000 muertos y 45000 heridos por parte de la coalición árabe y 779 muertos y 2500 heridos por parte de las tropas israelíes.

Guerra de desgaste

El conflicto continuó con permanentes bombardeos mutuos entre Egipto e Israel hasta 1970. Esta guerra se inició con ataques de desgaste lanzados por Egipto con la intención de recuperar la península de Sinaí. El canal de Suez continuaba cerrado. El general Nasser, con el apoyo soviético, inicia en 1968 una serie de bombardeos con aviones Mig provocando serias bajas a las fuerzas israelíes. Israel respondió con más bombardeos y Nasser viaja a Moscú para pedir el despliegue de tropas soviéticas, cosa que Breznev autoriza. Temiendo una escalada a nivel mundial, Estados Unidos desaprueba nuevos bombardeos israelíes siendo el último la destrucción de una escuela egipcia en la que mueren 47 niños. Finalmente el general Nasser muere de un infarto y asume Anwar El-Sadat. Esta guerra finaliza en 1970 con el Canal de Suez aún cerrado y las partes aún en conflicto.

OLP Organización para la Liberación de Palestina

La OLP fue fundada en 1964 por Nasser en El Cairo, Egipto con la intención de crear una organización que represantara lo más parecido a un gobierno de los refugiados palestinos en los distintos países árabes, algo así como una nación sin territorio. Luego de la guerra de los 6 días la OLP fue perdiendo poder en manos de otras organizaciones que luchaban contra Israel como Al Fatah, que era comandada por Yasser Arafat, un luchador incansable y de enorme prestigio entre las comunidades palestinas árabes. En 1968 las fuerzas armadas de Israel cruzan el Río Jordán incursionando en el reino de Jordania donde operaba Al Fatah e intenta atacar un campamento donde se encontraba el joven Arafat pero fueron repelidos por los palestinos y por una oportuna intervención defensiva de tanques del Reino de Jordania que hicieron retroceder a las fuerzas israelíes hacia su frontera ya que era una pequeña división que solo intentaba matar a Yasser Arafat. Esta batalla, conocida como la batalla de Karamé, es reivindicada como la más importante victoria de la resistencia palestina y elevó a Yasser Arafat a la categoría de ídolo popular y a la presidencia de la OLP, cambiando el poder de manos de la Liga Árabe a las organizaciones guerrilleras palestinas. Todo se complica en 1969 ya que la OLP, que operaba en Jordania, ponía en riesgo la autoridad del rey Hussein por lo que el 16 de septiembre de 1970 ordena un ataque a todas las bases de la OLP en territorio jordano matando miles de guerrilleros y provocando un distanciamiento de difícil retorno entre los países árabes y la Organización para la Liberación de Palestina. Esto significó la expulsión de los guerrilleros palestinos de Jordania y la creación del grupo armado más radical Septiembre Negro, que se haría famoso en los Juegos olímpicos de Munich de 1972 con el secuestro de los atletas israelíes y con el atentado que costó la vida del primer minmistro de Jordania. Finalmente los acuerdos de El Cairo entre el Rey Hussein de Jordania y Arafat permitieron una operatividad muy limitada de las fuerzas de la OLP en el margen oriental del Río Jordán. Con la muerte de Nasser la OLP perdía además al principal defensor del panarabismo pro-palestino. Yasser Arafat quedaba al mando de la OLP como único líder de la resistencia palestina y con un apoyo muy limitado a sus metodos guerrilleros por parte del resto de los países árabes.

Guerra de Yom Kipur

El 6 de octubre de 1973, Egipto y Siria lanzan un ataque relámpago sorpresivo que coincidió con Yom Kipur, el día del perdón, festividad tradicional judía. Fue el último enfrentamiento armado a gran escala entre Israel y Egipto y Siria. El último que se llevó a cabo en múltiples frentes y dio inicio a una nueva etapa en este conflicto y será objeto de análisis en un próximo capítulo de Las fuentes de la guerra.





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